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Hoy se cumple un mes de la visita de Tokio Hotel a Barcelona. Por momentos parece que en vez de 30 días estemos hablando de 30 meses. Esta cierta distancia, nos permite ver y analizar los motivos que llevaron al Palau Sant Jordi a presentar una imagen tan fría y desangelada, llenando apenas una quinta parte de su aforo. Vaya por delante que tanto el público como el grupo, estuvieron de 10 pero eso no quita que los de Magdeburg protagonizaran un importante pinchazo en la capital catalana.
Hablar de crisis acuciante en el sector musical no es ningún descubrimiento. Hasta hace poco, los que movían los hilos en los despachos veían como las ventas de CDs descendían radicalmente pero mantenían el as de los conciertos en la manga, rincón al que la piratería no podía asaltar.
Los precios de las entradas están llegando a un punto en el que da la sensación que los grupos y los organizadores se amparan en la devoción de los Fans y estiran la cuerda con los precios de las entradas más allá de lo que se podría considerar razonable. La consecuencia es que la cuerda acaba por romperse tarde o temprano, salvo que hablemos de los grupos o cantantes que la sociedad ha erigido en nuevos Jesucristos del siglo XXI, véase U2, Madonna, Rolling Stones, Bruce Springsteen, Bon Jovi, Coldplay y pare usted de contar.
En el momento en el que se dieron a conocer las fechas de Humanoid City Tour, parecía a priori que Planet Events, organizador de los conciertos en España, se plantaba muy positivo ante las circunstancias al intentar vender 38.000 entradas (20 mil en Barcelona y 18 mil en Madrid). Aunque con las cifras en la mano y teniendo en cuenta el disco de oro conseguido por los germanos, además de los Fans que viajan a varios conciertos durante el Tour y los acompañantes que sin ser Fans, también pagan su entrada, no era descabellado del todo pretender vender unas 10 ó 12 mil entradas por concierto pero claro está, nunca al precio de 45 euros como los que pagamos nosotros por un asiento de grada.
Hoy por hoy, no puede costar tanto dinero una entrada para ver a Tokio Hotel, entre otras cosas, porque eso no lo vale ninguna banda del planeta por mucho que las circunstancias y que la norma sea pagar eso y más.
En ocasiones, menos es más y vender las entradas a un precio de 18 euros, por ejemplo, habría triplicado el aforo tranquilamente o habría colgado el Sold Out, porque l@s Fans español@s están ahí, pero ser Fan, no es sinónimo ni de rico ni de tonto.
Mucho dudamos que Planet Events vuelva a traer al grupo en futuros Tours. Esperamos que el bendito que lo haga, tome buena nota.
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