Joop más bien prefiere al ídolo de adolescentes Kaulitz, porque le gusta llevar maquillaje, pintauñas y el cabello con volumen, más que "el tipo demostrativo inofensivo de hombre, que actualmente domina el cine alemán", acentuó Joop.
"Aquellos Schweighöfers y Brühls. Ellos todavía quieren coquetear con la monería de Til Schweiger. Su sexappeal no me llega." Pero en el contraste él se mostró testarudo: "En este momento me encuentro más cool que nunca. Me siento aceptado, codiciado. Y pienso que parezco grandioso."
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